Y con este título de teleserie británica clásica, voy a hablar de mi relación de amor-odio con Mongoose Publishing, que también son británicos.
Como todos sabéis, Mongoose Publishing es una de las editoriales que subieron como la espuma subiéndose al carro del D20 durante la expansión inicial, y que merced a un gran entusiasmo emanado de Matt "Guindilla en el culo" Sprange subrevivió perfectamente a la explosión de la burbuja especulativa de Wizards. Lo bueno de Mongoose es que, al igual que Green Ronin, se nutre de fanáticos del rol y las miniaturas. De ahí que, la mayoría de las licencias que adquieren y los juegos que publican no respondan a saciar tanto mercados concretos como las ilusiones de sus numerarios, especialmente Sprange. Hasta aquí, todo bien.
Lo malo es que tanta euforia sin control conlleva como consecuencia problemas editoriales varios, por ejemplo ediciones defectuosas, textos no revisados llenos de fallos tipográficos y, lo peor, encuadernaciones pésimas que dan lugar a libros que se caen a cachos. Por no hablar de las líneas editoriales maltratadas y, finalmente, abandonadas. Esta gente poseía el que, fácilmente, era mejor juego de miniaturas de Ciencia Ficción jamás diseñado -y el que crea que ese honor es para su adorado Warhammer 40K, antes de opinar, que deje su fanaticismo a la puerta, por favor-, con una licencia bien chula, el Starship Troopers en versión británica, esto es, cachondeándose del "fachismo" soterrado de Heinlein. Y por decisiones incorrectas, como pensar que las miniaturas prepintadas no eran una moda, se pillaron los dedos y abandonaron el proyecto. A mi me dolió bastante, porque me parecía bastntante genial.
El caso es que con los años y las pifias acumuladas empecé a pasar de Mongoose, yo que había sido asíduo de sus foros de internet. Tanto me daba igual que, cuando perdieron la licencia de Conan, el lado más oscuro de mi ser hasta se alegró, el muy Loki.
Pero en el último año, las cosas han cambiado bastante. Todo empezó cuando me conseguí los excelentes suplementos históricos de Alephtar Games para los modernos descendientes de RuneQuest. Entonces James Malisaewski tuvo muy buenas palabras para la versión más actualizada, RuneQuest II, de Mongoose, y me lo traje, junto con, por supuesto, el suplemento de vikingos. Comprobé que la edición era sin duda la mejor que Mongoose había realizado nunca, en libros sin duda duraderos. Me atrevía tener la secreta esperanza de que quizás las cosas habían cambiado en la dicha editorial británica.
Y las cosas no hicieron más que mejorar; Mongoose ha reaprovechado su juego de miniaturas espaciales A Call to Arms para, nada más ni nada menos que Noble Armada, el combate de naves espaciales de Fading Suns, el mundo de Ciencia Ficción más chulo que jamás se halla parido para el rol, con permiso del Traveller, amén de que su fuente es la saga de Dune, y sobran las palabras. Que si, que Warhammer 40k también se basa en Dune, pero qué queréis que os diga, con todo lo que mola es más de dibujos animados que Fading Suns, y además es un retoño de los hijoputas de Games Workshop. Si, les he llamado hijoputas.
El caso es que hacía tiempo que no tenía tanta ilusión por embarcarme en un juego de miniaturas (lo habréis notado cuando he llamado a los de Games Workshop hijoputas), y me he traído el reglamento y unas cuantas naves, lo mínimo para empezar una campaña y tal. Vamos, que estoy a buenas con Mongoose otra vez, vuelven a convencerme sus proyectos, y esta vez están avalados por una calidad superior a lo previamente visto. La crisis aguza los ingenios, o algo así...
Y ahora, la guinda del pastel: Mongoose ha anunciado el cese de la licencia RuneQuest II para poder sacar el juego, el mismo juego que tantas alabanzas está cosechando, sin una regla cambiada, con otro nombre diferente, de forma que no paguen derechos por la marca, y puedan ofrecernos productos más baratos y personales (suyos), bajo el nuevo nombre de Wayfarer. Por mi, vale; todos los manuales que ya tengo me servirán igual. Pero lo bueno no es eso, lo bueno es que Matt "Guindilla en el culo" Sprange también ha declarado que si deciden publicarlo bajo Open Game License, y prácticamente es seguro, será una licencia sin ninguna condición o atadura. Cualquiera podrá usar las reglas para publicar, sin siquiera tener que avisárselo a Mongoose. El sistema que se creó para suplir las carencias de "realidad" del D&D, mejorado, regalado al público.
Gracias Matt, es justo lo que necesitaba para mi gran proyecto (bueno, uno de ellos).
Esto es una editorial de juegos sin miedos ni paranoias que lleven a penalizar a sus clientes, como hacen los hijoputas de Games Workshop. Y los de Wizards of the Coast, que cojones.
Nota: Horas después de escribir la entrada, he encontrado esto, de casualidad y sin querer, cuando buscaba ya ni me acuerdo el que, y no he podido por menos que añadirlo, pues explica muy bien lo imbéciles que son los de Games Workshop.
Como todos sabéis, Mongoose Publishing es una de las editoriales que subieron como la espuma subiéndose al carro del D20 durante la expansión inicial, y que merced a un gran entusiasmo emanado de Matt "Guindilla en el culo" Sprange subrevivió perfectamente a la explosión de la burbuja especulativa de Wizards. Lo bueno de Mongoose es que, al igual que Green Ronin, se nutre de fanáticos del rol y las miniaturas. De ahí que, la mayoría de las licencias que adquieren y los juegos que publican no respondan a saciar tanto mercados concretos como las ilusiones de sus numerarios, especialmente Sprange. Hasta aquí, todo bien.
Lo malo es que tanta euforia sin control conlleva como consecuencia problemas editoriales varios, por ejemplo ediciones defectuosas, textos no revisados llenos de fallos tipográficos y, lo peor, encuadernaciones pésimas que dan lugar a libros que se caen a cachos. Por no hablar de las líneas editoriales maltratadas y, finalmente, abandonadas. Esta gente poseía el que, fácilmente, era mejor juego de miniaturas de Ciencia Ficción jamás diseñado -y el que crea que ese honor es para su adorado Warhammer 40K, antes de opinar, que deje su fanaticismo a la puerta, por favor-, con una licencia bien chula, el Starship Troopers en versión británica, esto es, cachondeándose del "fachismo" soterrado de Heinlein. Y por decisiones incorrectas, como pensar que las miniaturas prepintadas no eran una moda, se pillaron los dedos y abandonaron el proyecto. A mi me dolió bastante, porque me parecía bastntante genial.
El caso es que con los años y las pifias acumuladas empecé a pasar de Mongoose, yo que había sido asíduo de sus foros de internet. Tanto me daba igual que, cuando perdieron la licencia de Conan, el lado más oscuro de mi ser hasta se alegró, el muy Loki.
Pero en el último año, las cosas han cambiado bastante. Todo empezó cuando me conseguí los excelentes suplementos históricos de Alephtar Games para los modernos descendientes de RuneQuest. Entonces James Malisaewski tuvo muy buenas palabras para la versión más actualizada, RuneQuest II, de Mongoose, y me lo traje, junto con, por supuesto, el suplemento de vikingos. Comprobé que la edición era sin duda la mejor que Mongoose había realizado nunca, en libros sin duda duraderos. Me atrevía tener la secreta esperanza de que quizás las cosas habían cambiado en la dicha editorial británica.
Y las cosas no hicieron más que mejorar; Mongoose ha reaprovechado su juego de miniaturas espaciales A Call to Arms para, nada más ni nada menos que Noble Armada, el combate de naves espaciales de Fading Suns, el mundo de Ciencia Ficción más chulo que jamás se halla parido para el rol, con permiso del Traveller, amén de que su fuente es la saga de Dune, y sobran las palabras. Que si, que Warhammer 40k también se basa en Dune, pero qué queréis que os diga, con todo lo que mola es más de dibujos animados que Fading Suns, y además es un retoño de los hijoputas de Games Workshop. Si, les he llamado hijoputas.
El caso es que hacía tiempo que no tenía tanta ilusión por embarcarme en un juego de miniaturas (lo habréis notado cuando he llamado a los de Games Workshop hijoputas), y me he traído el reglamento y unas cuantas naves, lo mínimo para empezar una campaña y tal. Vamos, que estoy a buenas con Mongoose otra vez, vuelven a convencerme sus proyectos, y esta vez están avalados por una calidad superior a lo previamente visto. La crisis aguza los ingenios, o algo así...
Y ahora, la guinda del pastel: Mongoose ha anunciado el cese de la licencia RuneQuest II para poder sacar el juego, el mismo juego que tantas alabanzas está cosechando, sin una regla cambiada, con otro nombre diferente, de forma que no paguen derechos por la marca, y puedan ofrecernos productos más baratos y personales (suyos), bajo el nuevo nombre de Wayfarer. Por mi, vale; todos los manuales que ya tengo me servirán igual. Pero lo bueno no es eso, lo bueno es que Matt "Guindilla en el culo" Sprange también ha declarado que si deciden publicarlo bajo Open Game License, y prácticamente es seguro, será una licencia sin ninguna condición o atadura. Cualquiera podrá usar las reglas para publicar, sin siquiera tener que avisárselo a Mongoose. El sistema que se creó para suplir las carencias de "realidad" del D&D, mejorado, regalado al público.
Gracias Matt, es justo lo que necesitaba para mi gran proyecto (bueno, uno de ellos).
Esto es una editorial de juegos sin miedos ni paranoias que lleven a penalizar a sus clientes, como hacen los hijoputas de Games Workshop. Y los de Wizards of the Coast, que cojones.
Nota: Horas después de escribir la entrada, he encontrado esto, de casualidad y sin querer, cuando buscaba ya ni me acuerdo el que, y no he podido por menos que añadirlo, pues explica muy bien lo imbéciles que son los de Games Workshop.
4 comentarios:
Muchas gracias por el enlace ;)
Gracias a ti, por ahorrarme escribir una entrada cojonuda. XD
Anoto la entrada para incluir como ejemplo en la próxima edición del "Libro de hacer amigos".
Me encanta que no necesites depilar la lengua.
Oye, a mi las ediciones de B5 no me parecían tan malas... (Aunque tampoco les he metido caña)
¡Ah! Al Cesar lo qu es del Cesar. :) Ahora que, con amigos como Games Workshop, prefiero tener enemigos.
En cuanto a Mongoose, no digo que no publiquen producots de calidad, al contrario. Es más bien la calidad de las ediciones las que fallan. Además de decisiones editoriales coloristas, por decir algo. Ya verás cuando los libros de B5 te empiecen a soltar hojas. :) De todas formas, ya digo que el tema de la entrada es un cambio a mejor, y yo que me alegro, porque Mongoose me gusta bastante como editorial cuando no me está dando una patada en el culo.
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