viernes, 2 de noviembre de 2012

Pleistoceno

Vuelvo una vez más a este blog después de una ausencia prolongada (más), para dar una importante noticia.

Hoy inauguro un nuevo blog dedicado a dar a conocer el diseño y evolución de uno de mis proyectos de rol, llamado Pleistoceno, ambientado en el Paleolítico y con grandes expectativas que, es de desear, llegue a ser publicado.

Podéis acceder al blog en el siguiente enlace:

Pleistoceno, juego de rol en el Paleolítico.


¡Gracias por vuestro interés!

viernes, 24 de agosto de 2012

Rodrigo, ladrón...

...nos has robado el corazón.

A estas alturas todo el que entra en este blog sabe ya que el proyecto de Rodrigo García Carmona, que por su encomiable labor y el siginificado que tiene como logro del rol amateur español, es de los más importantes del hobby en nuestro país, por no decir el más, ha cosechado un éxito colosal al reunir 14.290€ por medio del «crowdfunding». Y un hito que con valentía ha logrado Rodrigo para el antes mencionado rol amateur español, demostrado que tal cosa existe, que no es una contradición de términos.

Hay que reconocer que sí, que en su mayor parte se debe al trabajo del autor; no cabe la menor duda.

Pero también es verdad que el trasfondo tiene mucho peso. La antigua mesopotamia, la cuna de la civilización tal y como la conocemos, y de paso la cultura que inventa la Ciencia Ficción o Fantasía -que tanto monta-, los magos, hechiceros, dioses, diosas, y criaturas fantásticas; muchas criaturas fantásticas. La base del género fantástico y de ese pequeño reducto de locos galos que es nuestro hobby, el rol. Qué sería de nuestro hobby sin las aventuras sin par de Gilgamesh.

Pues nada, no existiría.

Todo eso supone que la ambientación tenga todos los elementos del más puro género fatástico de aventuras, elementos más arriba enumerados (entre otros). Si se presenta de forma convemiente es por tanto la ambientación definitiva, y encima, la que tiene derecho a reclamar propiedad intelectual. Ni Homero, ni Tolkien, ni nada de nada. Gilgamesh, el héroe de Fantasía/Ciencia Ficción definitivo. A pesar de lo cual, existe un inexplicable vacío absoluto, o casi, en la bibliografía mundial del rol. Todo lo cual yo ya sabía hace muchos años, y por lo que quería hacer mi propio juego. hasta que se me adelantó Rodrigo. Y de ahí, el título de la entrada.

Aunque, he de reconocer, me temo que el suyo está mucho mejor, y mola más, que lo que yo hubiese podido perpetrar.

Sabed, ¡oh príncipes!, que cuando este humilde narrador no era sino un niño ya cerca de convertirse en un hombre, conocí las aventuras del cimmerio Conan a través de los cómics, y justo a continuación pude hacerme con la colección completa de las novelas, el auténtico núcleo del personaje, y tal fue la impresión, potenciada por la vida y obra de su creador Robert E. Howard, que yo mismo me lancé en un furioso arrebato creativo a emular sus escritos de indómitos guerreros y creé mi propia versión de Conan, de cuyo nombre no consigo acordarme pero que sería algo así como Calidor, para no eclipsar a otros personajes. Se trataba también de un gigante cimmerio, pero como a mi yo, resabiado joven, no le parecía suficientemente emocionante crear otra Era Hibórea, lo situé en el mundo real, en la antigua Mesopotamia, porque sentía así que tendría más peso, y por la relación con los cimmerios reales. La cosa no pasó de un elaborado mapa y un capítulo, pero qué más da...

Y esa es la razón por la que mi juego no molaría tanto como el que ha escrito Rodrigo. Probablemente habría sido más conservador a la hora de tomar decisiones vitales para el mundo, en las que Rodrigo ha sido más valiente y ha resultado un ganador. Su mesopotamia no es la nuestra, la que podemos desenterrar, sino otra paralela (ahora que eso está tan de moda), tal como debió ser según imaginaron el mundo sus habitantes, con toda la magia, los dioses y gigantes, los anacronismos entre diferentes etapas de la Historia de Mesopotamia para hacerla más interesante, y el pulp... ¡sí, el pulp!, que convierte a La Puerta de Ishtar en una de las ambientaciones más jugables, sino la más, del rol global.

Enhorabuena, Rodrigo, ladrón. Que nos has robado el corazón.

¡De'iqtu!

viernes, 10 de agosto de 2012

De nuevo hacia la frontera final

Supongo que habré comentado esto anteriormente, pero se impone hacerlo.

Yo no soy jugador de rol. ¿Que de qué hablo? Pues de que lo mio no es experimentar el rol como jugador, no me aclaro, me aburro. En una partida mi imaginación va demasiado rápido como para compartir civilizadamente la experiencia colectiva y en las ocasiones en que no monopolizo me devengo en una bomba de caos. En fín, los que me conocen personalmente, saben de lo que hablo; han sufrido en sus carnes mi hiperactividad. Y puede que algo de síndrome de asperger. Pero volviendo al tema: en realidad no soy jugador, sino director, master, narrador... lo que sea que me permita estar en el centro y controlar todo a ser posible con mucha actividad. Director, master, narrador... nato. Y si no, me aburro.

Aun así hay dos o tres casos de lo contrario, en los cuales puedo ser jugador, y disfrutar de ello lo suficiente. Uno bastante obvio es el que os voy a contar a continuación, y lo raro es que no hable de ello a menudo, porque se trata de Star Trek, de lo que los que me conocen en persona también os pueden corroborar, soy un fan empedernido.

Jugaría encantado a Star Trek, claro que, con trampa; tengo que ser el capitán. Ya sabéis, hiperactivo, ser el centro de acción... definitivamente he de ser el capitán.

La gracia es que no solo se puede acudir a uno de los tres juegos de rol de Star Trek que se han publicado, sino que también existen las opciones alternativas, esos otros «universos alternativos» como el Starfleet Universe de Amarillo Design Bureau -que personalmente rehuyo por las marcadas ideas políticas conservadoras de su creador, tan afines a las de Gene Roddenberry como las de George Bush padre a las de la madre Teresa de Calcuta.

Uno de tales juego fue el Starships & Spacemen, creado en 1.978 por Leonard H. Kanterman, utilizando básicamente todos los elementos de Star Trek con nomenclaturas convenientemente cambiadas para evadir el copyright -y sin el básicamente -. Entre otras razas están los Taurans de orejas puntiagudas, emociones reprimidas y mentalidad lógica, y los Zangids, un imperio miltar expansionista con similitudes a los antiguos mongoles; y para qué seguir.

Digamos que es un juego de Star Trek de la vieja escuela, al estilo «sandbox», para generarte una galaxia del tipo necesario con el que emular las aventuras de la nave Enterprise. O más bien la Endeavour, con el nombre convenientemente cambiado para evadir el copyright, y.. o, bueno, qué más dá. Semejante pastelito ha dormido el sueño de los justos durante décadas, algo que inexplicablemente les ha ocurrido a muchos juegos de rol hasta la llegada de internet y el descubrimiento de que muchas cosas que nos habían dicho que eran malas, por viejas, en realidad eran muy molonas, y no por viejas, sino porque sí.

Afortunadamente, Dan Proctor compró la licencia hace varios años, y tras una nueva presentación del antiguo manual en pdf imprimible en Lulu, ha llevado a cabo su verdadera intención, transformar el manual original, caótico y falto de una verdadera labor de edición como casi todo material de juegos en aquellos años, en una segunda edición rediseñándolo con retazos del Labyrinth Lord. Es decir, hacer un retroclón, pero sin serlo por falta de OGL. Recientemente ha realizado con éxito una campaña de crowdfunding, que es la moda, que nos asegura su publicación.

Y, bueno, qué queréis que os diga. Las mecánicas originales de Kanterman, de las que se deriva un juego de Star Trek de la vieja escuela, con un estilo sandbox, me parecen lo más apropiado para la franquicia, mejor que cualquier juego jamás publicado bajo licencia; y mucho más corto, como tiene que ser. Y la verdad es que lo de la licencia no tiene ninguna importancia. Sólo recordad uno de los eternos debates de nuestro hobby, si los mundos de autores consagrados dificultan o no su jugabilidad, debate que dejo para otra ocasión. Aunque aquí hay una solución clara: toma los elementos, y juega a lo mismo... con otros nombres. No hay problemas de copyright y los jugadores pueden ir tranquilos de pisar mariposas sin consecuencias, porque ese será SU universo, no el de Luke Skywalker, Aragorn hijo de Arathorn, o Jim Kirk.

No me extiendo con el juego porque volveré sobre él. Varias veces; la próxima película de Star Trek se estrena en mayo del próximo año, así que habrá tiempo e interés a raudales, no solo en este, sino en las muchas otras posibilidades. Porque son muchas, no ya las que tienen varios grados de separación como el Starfleet Universe o el Starships & Spacemen; hasta Star Trek misma las ofrece, teniendo en cuenta que las nuevas películas son un universo paralelo al original, con una conexión lógica -me ha salido un chiste, lo sé -. Y quien sabe si, entre las muchas posibilidades para jugar Star Trek o similes, no aparecerán en el futuro inminente nuevas e interesantes contribuciones, en nuevos universos más o menos paralelos...

Ardo en deseos de jugar el Starships & Spacemen, o incluso alguna de las otras posibilidades. Pero recordad, me pido el capitán.

¿Hay algo más grande que esto?



Webgrafía
Starships & Spacemen en Goblinoid Games.

N.B.: Los que vengáis rebotados de allí ya sabréis que he empezado a colaborar en el blog de La Marca del Este. Los que no, deciros que ya mismo podéis disfrutar allí de otro tocho de los míos. Muchas gracias a Steinkel y compañía por la oportunidad.

sábado, 4 de agosto de 2012

De futuros imposibles

Voy a dar un poco de dinamismo al blog, que está bastante abandonado a la espera de prometidos vientos renovadores, cuando podría ir contando las pequeñas historias del verano, sucesos como la visita de Geroge R. R. Martin a España y en concreto a Asturias, o los proyectos en los que tengo la suerte de verme envuelto y que contaré en cuanto me sea posible. Mientras todo vuelve con fuerza, quiero recuperar la costumbre escribiendo pequeñeces.

Hoy en concreto, y con algún día de retraso, me apetece hablar de los sentimientos, las sensaciones que me produce la última adición a la franquicia de La Marca del Este, concretamente "el viajero de las estrellas".


A las mentes más encorsetadas, por extensión las más jovenes que sin la necesaria, o quizás solo suficiente, experiencia vital, aún les parece chocante, fuera de lugar y aberrante, la inclusión de un elemento de "Ciencia Ficción" en una ambientación de "Fantasía". Habría que hablar ahí del añejo y aún poderosamente enconado debate sobre si una y otra pueden diferenciarse; sin ánimo de entrar para no extenderme (y crear polémica), someramente diré que me encuentro entre los que no ven diferencia alguna, máxime cuando a la larga toda obra de Ciencia Ficción se ve completamente superada por la realidad, y acaba irremediablemente convertida en Fantasía. Toda "mitología" trataba de explicar el mundo completamente en serio, al igual que ahora lo hace la ciencia, quien tampoco está exenta de crear sus mitologías propias.

El origen de los juegos de rol se encuentra profundamente enraizado en la literatura del género, y digo género porque de aquella apenas había diferenciación por parte de los fans y los autores escribían ambas sin ruborizarse. Realmente, tal diferencia que da lugar al mencionado debate se debe únicamente a una creación del márketing a parit de los años 80, buscando la segmentación del mercado, una estrategia básica del capitalismo consumista. Una imposición más al arte, vamos. Pero como ya digo, originalmente la concepción de los fans era más abierta y fresca. De ahí que cuando Gygax y Arneson crearon las primeras ambientaciones, la génesis de D&D, escogieran para el aspecto del mundo una fantasía medieval americanizada, como fué cultivada por autores desde Howar a Vance o Zelazny, pero incluyeron siempre una visión "científica", "racional" de muchos aspectos del mundo, algo de lo que es imposible escapar cuando se tiene la mentalidad de un "wargamer". Y como todas las inspiraciones eran de naturaleza múltiple y no habían sufrido las prejuiciantes y malformadoras exigencias del mercado, "mezclaban" -para ellos no era tal cosa- diferentes elementos porque todo contribuía a dar más y más emoción a la aventura. Y además, que narices, quedaba bonito.

Esa es la sana mentalidad que lleva a los chicos de La Marca a incluir al viajero.

Pero además me evoca importantes reflexiones vitales propias de estos últimos años. No estamos ante un astronauta que cae en un mundo de fantasía. Estamos en un mundo medieval mágico en el que aparece un elemento extraño, un elemento de otro mundo, "lo otro" que está más allá del espacio y del tiempo, lo diferente del presente. Simbólicamente coloca el elemento de Ciencia Ficción como una referencia a un "pasado olvidado" o similar, mientras que el mundo mágico medieval es "lo actual", "lo normal", dando a entender que el mundo humano es irremediablemente el de la lucha por la supervivencia, el de sus pasiones e interpretaciones mitológicas. "Al final la barbarie ha de triunfar", en palabras de Howard, y la civilización tecnológica es un efímero sueño condenado a la larga por sus propias idiosincrasias, como nuestra realidad parece empeñada en corroborar. El mundo medieval fantástico, reinterpretación del mismo mundo mágico en el que Neandertales y Cromañones "vivían realmente".

Y en definitiva, que para la naturaleza del D&D -y de los juegos de rol-, la figura del Viajero de las Estrellas, esa figura del "buen salvaje" a la inversa -el buen civilizado-, es fundamental.

Webgrafía
Aventuras en La Marca del Este

jueves, 7 de junio de 2012

Ray Bradbury

Aunque no era mi intención retomar hoy el blog a tope, creo que es una obligación realizar una entrada rápida para recordar brevemente la figura de Ray Bradbury, uno de los grandes escritores de Ciencia Ficción, porque, a la avanzada y en su caso insuficiente edad de 92 años, nos ha dejado.

Poco hay que contar para los que ya le conocéis. Resulta ser una autor  fundamental para el género, con obras claves como Cronicas Marcianas y Farenheit 451, este último una metáfora con la que predijo de forma alucinante nuestros pésimos tiempos. Para los que no, me da igual, tampoco es el momento de meterme con la endogámica ignorancia que el mundillo del hobby se tiene en relación con nuestros auténticos precursores, y así nos luce el pelo.

Dotado de una inacabable vitalidad, y una enorme alegría de vivir, fué precursor de una nueva forma de aproximarse al género, humanista, que contrasta y supera a la simplista visión ingenieril de "las ideas por las ideas" que por desgracia ha triunfado dejando a la Ciencia Ficción en un estado pueril cada vez más separado de la realidad, aunque sin ánimo de generalizar.

Prácticamente el último de los clásicos. El género ya está huerfano del todo.

En fin...

jueves, 31 de mayo de 2012

Confieso que me engatusaron

Me lo creí.

Después de una temporada un poco regular, buena, pero un poco regular, a lo que no ayudan los ocasionales excesos de violencia y sexo gratuitos, la semana pasada me ví el video previo al penúltimo episodio de la temporada titulado "Blackwater" porque, oh sorpresa, está enterito dedicado a narrar la decisiva batalla a las puertas de King's Landing. Empecé a sospechar lo peor cuando comprobé que la acción transcurría en la oscuridad de la noche, al contrario que en la novela, porque si bién me da igual que cambien detalles aquí y allá para realizar una adaptación más efectiva que fiable, aquello barruntaba una falta de presupuesto para llevar a cabo una de las escenas más espectaculares de la novela-río, en concreto esta:


La destrucción de la flota de Stannis Baratheon por medio del fuego valirio.

Y el video no dejaba entrever nada así. Había gente corriendo en la noche, flechas incendiarias... pero ningún glorioso CGI que me dejase más tranquilo. Todo lo más que se podía entrever esr esto:





















Así que concluí, la falta de presupuesto solo les permite mostrar a cuatro soldados desembarcando y tratando de tirar la puerta abajo. Ya. Fin. Y si, eso sería el fín. Pero de la serie.

Los cambios que se habían operado en la historia no merecían la pena porque finalmente la maldita televisión había resultado un medio muy pobre para estar a la altura de la magnificencia visual. No tendía los medios necesarios. Atrás quedaba la increible impresión de ver las torres de los Frey donde, aparentemente, se había quedado todo el presupuesto en CGIs de la serie.

Pues nada, me dispuse a ver el capítulo esperando ver la debacle, el comienzo de la decadencia, el principio del fin, por mucho que el capítulo estuviese escrito por el mismo Martin.

Y llegó la batalla.

Y apareció un único barco Lannister encarando a la flota Baratheon.

Y en ese momento un escalofrío comenzó en la parte baja de mi espalda, recorriendo mi espina dorsal mientras observaba el navío con la misma angustia que lo hacía Sir Davos, y alamándome junto a él al ver el líquido verde que se vertía desde las bodegas.

"Aydiosaydiosaydiosay..." pensaba para mis adentros cuando Bronn levantó su arco...


...y la flecha sobrevoló la flota invasora.

Y entonces ocurrió lo que me había resignado a no esperar.

BOOOM.


Me lo había creido. Me pillaron desprevenido. La impresión fué indescriptible, como pocas veces me ha ocurrido viendo la televisión. A continuación la batalla tuvo lugar con unos cuantos extras que pasaban corriendo varias veces delante de la cámara para parecer muchos más, pero ya no importaba. La ilusión estaba creada. Una batalla muy violenta, pero casi en ningún momento gratuitamente. Casi; no entiendo muy bien porqué la HBO exagera la violencia y el sexo en unas series cuando alcanza un perfecto equilibrio en otras, pero en fin, sigue siendo HBO.


Venga, vale, la temporada ha merecido la pena. Y confío plenamente en que la próxima se mantenga a la altura.

Por cierto, no he avisado sobre spoilers al inicio de la entrada, pero digo yo que quien a estas alturas no se haya leído las novelas, es porque le trae sin cuidado enterarse de estas cosas antes de tiempo.

BOOOM.

jueves, 17 de mayo de 2012

El DCC - Dungeon Crawl Classics

Salgo momentaneamente de mi retiro espiritual, que espero abandonar definitivamente en breves para contaros muchas aventuras nuevas, por el puro y simple placer de adelantarme de nuevo a nuestros amigos de La Marca del Este, como en su día hice con el Ashen Stars, pero esta vez con nada menos que el DCC -Dungeons Crawl Classics-, el juego más esperado del año y posiblemente el más importante, con permiso del The One Ring de Francesco Nepitello, el cual he leído recientemente y me dispongo a dirigir en breve, y del que también hablaré profusamente a no mucho tardar.

Y ya que me adelanto, digo, a nuestros amigos de La Marca del Este, y pretendo hacerlo sin invertir mucho tiempo, voy a hacer un tipo de entrada que nunca he hecho porque tampoco la encuentro muy "jugosa". Me refiero a la reseña fotográfica. Para lo cual compruebo con agrado -al menos por ahora-, que en el ínterim desde mi anteriro entrada, blogger ha cambiado la página de diseño, de forma que me facilita mucho el trabajo. Así da gusto volver...

 A continuación podréis comprobar que la fotografía no es lo mío -aunque tengo pendiente aprender-, lo que sumado a que tampoco me he esforzado ni un ápice, y que esta misma mañana he estado ojeando un manual sobre fotografía digital, evento que inevitablemente enreda más que ayuda y acaba con la elección del peor "setting" para la cámara, ha dado como resultado que las fotos estén movidas. Que tanto da, pues es solo para que os hagáis una idea, y el libro habla por sí mismo con su rotunda belleza. Así sumáis el mareo a la envídia que me tenéis ahora mismo, y os chinchais el doble. Ala.

Aquí la portada, en toda su gloria, junto con la aventura que se incluye, y la versión introductoria. Qué más da si no se ve bien; estáis cansados de verla por la interné...

¡Ah! ¿Que no? Pues ala, ahí la tenéis en grande, a ver si os hartáis...

Aquí podéis apreciar el arte de las cubiertas interiores, pictórico a no poder más, que parece la Capilla Sixtina, pero en divertido. Nótese el horror del personaje en primer plano, devorado por un gusano gigante, a la Robert Shaw. Ah, el discreto encanto del dungeoncrawling...

Lo malo es que ahí se acaba el arte a color. Pero bueno, que tampoco importa una poodoo, porque el arte en blanco y negro, eso que nuestros jovencitos sensorialmente hiperexcitados no pueden apreciar cuando ven La Espada Salvaje de Conan a cargo de John Buscema, mola cantidad, y en este libro luce precioso.

A las pruebas me remito. Fijarse que también es muy bizarro, como la obra de Jim Raggi, pero más comedido, como en los ´70. Suciedad y corrupción con estilo. ¿Quién necesita Warhammer? Aparte de los niños pera que quieran ser así como... ozsea, muy kitzsch, ¿zsabesz?

Esta no tiene dibujos, pero curiosamente y supongo que por joder es la única que sale bién, la tenía que poner. Esto, amigos, son los famosos hechizos del DCC; cada uno con una pedazo de tabla de efectos. Tanto te puede salir genial un hechizo, como que te mande para urgencias. Eso si que es sentir la responsabilidad. Magia para valientes, nada de mariconadas...

Y la sección de monstruos, obligatorio mostrarla. Arriba a la derecha, un troll. Con su manada de Mamuts, como todo el  mundo sabe. Desde que lo ha dicho el Skyrim, y punto.

Y ya. Fín. La contraportada o culo del libro, que también es a todo color y preciosa. Mostrando además un estilo setentero que te cagas, toda una declaración de intenciones. Aquí, Eseautomátix -u Ordenalfabetix, que tanto da-, con sus pantalones galos de fiebre del Saturni dies por la noche.

Esto lo hago por que lo he visto por ahí. La inevitable comparación con otro libro, este de unos chicos de aquí de España, que igual no conocéis.

Esta también es otra inevitable, que he visto por ahí. El grosor del libraco. Así es como tiene que ser un manual de rol, así. Bueno, eso, y que todo el juego esté completo en un tomo. Sobre todo ahora que los frikis también son pobres.

Ala, un primer plano de lo anterior. No tanto por el detalle como por terminar de marearos con lo movido de la afoto, a ver si así gomitais el desayuno. Qué bloj tan interactivo, oye...

Pues hasta aquí las fotacas del juego del año. Un reportaje fotográfico más interesante que la siguiente gamberrada de la estirpe borbona. Con esto dejo constancia de que molo mazo por tener el DCC, y sobre todo, que no os lo había dicho, me adelanto a nuestros amigos de La Marca del Este, ¿no os lo había dicho? Pues sí, me he adelantado a nuestros amigos de La Marca del Este.

Es decir, si no se les ocurre la misma entrada el mismo día, y ellos publican a las 07:00, mientras que yo lo hago a las 08:00. Y entonces se adelantarán, y yo quedaré como un ridículo papanatas. Pero así son las cosas, al perro flaco todo son pulgas. ¡Oh!, ¡qué mundo este! ¡Me derrito, derrito...!