viernes, 11 de febrero de 2011

Universo DC (III): La última frontera


Si el género de superhéroes es el siguiente paso de los Pulps, no es de extrañar que su mayor influencia sea el “hermano mayor” que se consolidó en los mismos, la Ciencia Ficción. Las mayores amenazas vienen del espacio exterior, al igual que los más grandes héroes. El Cosmos es un lugar vibrante, de nuevo dinámico y emocionante. Lleno de vida, es fuente para muchos superhéroes de origen alienígena, puede estar detrás de sus poderes, por naturaleza propia o al variar el medio ambiente, o incluso adquiridos en cualquier extraña aventura que se pueda vivir en el cosmos infinito. El origen alienígena también permite jugar con el físico de los personajes, siempre humanoides, porque el mundo del comic ensalza la figura humana, pero mientras que algunas veces ese físico es prácticamente idéntico al terrestre como en Krypton o Rann, la gran mayoría responde a exóticas variaciones como en Tamaran o Xudar. En cualquier caso, siempre responde a una concepción bastante clásica de la Ciencia Ficción, dado que el Universo DC tal y como lo conocemos se conformó a finales de los años 50 del pasado siglo, en la etapa que se ha dado a conocer como Edad de Plata de los cómics, y sus raíces estarán siempre en la priemra, la Edad de Oro, los años 40. Su relación con la superciencia se hace también más deseable que con la magia, el artificio narrativo detrás de personajes como el primer Linterna Verde, Alan Scott, en la Edad de Oro. Para reflejar esta relación de “tolerancia” con la magia, existen opiniones excépticas de personajes con vocación científica, como el extremádamente inteligente Mr. Terrific, según las cuales los fenómenos mágicos tendrían en últrima instancia una explicación científica.

Entre los muchos personajes que mejor representan la Ciencia Ficción cósmica de DC es Adam Strange. Inspirado directamente en los primeros grandes exploradores espaciales de la época Pulp como Flash Gordon o más concretamente John Carter, Adam Strange se ve transportado al planeta Rann, de cierta importancia en el Universo DC, donde siguiendo la tradición del cliché, su diferente naturaleza alienígena -para ellos, que no para nosotros- le llevará a triunfar de forma inimaginable en la “otra tierra”, llegando a casarse, como no, con la hija del líder planetario. Tenemos como axioma que la Ciencia Ficción clásica es inspiración de nuevos personajes. Todos sus elementos, especialmente los del Space Opera, se encuentran reflejados: una multiple sociedad cósmica, naves espaciales, planetas e innumerables formas de vida. Antagonísmos milenarios, grandes imperios galácticos, señores de la guerra estelar... y hasta dioses cósmicos como los de Nueva Génesis y Apokolips. Organizaciones como L.E.G.I.O.N. y uno de los más importantes poderes del universo, los Guardianes de OA y su Cuerpo de Green Lanterns.

Aquí es donde se riza el rizo, donde hace su aparición uno de los más inspiradores y queridos elementos, cliché si quereis, de toda la Ciencia Ficción, y del Space Opera en particular: la patrulla galáctica, la legión del espacio. Los guardianes del universo, la fuerza que protege y mantiene la civilización en el cosmos, cuya militancia es el mayor honor jamás imaginado. Desde el momento en que el Space Opera es consolidado, es necesaria la presencia de una organización que de carta de naturaleza a la civilización como elemento fundamental del futuro, y que la defienda de un universo siempre lleno de peligros a una escala inmensa. Así, la primera obra que reúne todas las características para ser definida como Space Opera, tal y como lo entendemos, es la saga de los Lensman, publicada en plena época Pulp. En ella precisamente la organización policial cósmica es precismanete denominada Patrulla Galáctica. Sus Lensman, armados con poderes mentales por medio de las “lentes” que llevan en sus muñecas, concedidas por la misteriosa e infinitamente avanzada, sabia y antigua civilización de Arisia. El arquetipo aparece una y otra vez en la Ciencia Ficción, con mayores o menores diferencias en los poderes y competencias de cada organización. Ejemplos célebres son los Jedis de Star Wars o la Flota Estelar de Star Trek, y hasta el mismo Alejandro Jodorowsky participa de tal elemento con sus Metabarones. El universo DC está poblado de seres muy, muy poderosos, así que su patrulla galáctica particular es a su vez creada por una de las fuerzas más poderosas del Universo DC, los Guardianes de Oa, inmortales entidades cuya civilización ha existido durante billones de años. Como puede comprobarse, los paralelos con los Lensman son notables.

El cuerpo de los Green Lantern es, como expresa Dave Gibbons, que en los últimos años ha contribuido a los comics de la saga, la síntesis perfecta de Space Opera y superhéroes. En términos de rol, permite combinar una campaña de superhéroes clásica, con una de Ciencia Ficción. No solo tiene el atractivo de la cuidada estética de los Green Lantern, sino que permite una riqueza de argumentos para aventuras mucho mayor que el simple género superheróico, y lo que es aún mejor, añadir también la estética del Space Opera. Entre los muchos trajes de superhéroes, tenemos desde los más estrafalarios a auténticos pijamas, pero de todos ellos, quizás los más apropiados en su contexto son los de los Green Lanterns, ya que la simpleza de su diseño también evoca toda una tradición de la Ciencia Ficción, reflejando una idea estética de “futuro” bastante común. Lo bueno es que, además del color verde que los hace más bonitos, los uniformes Green Lantern son personalizables, y si no, que se lo discutan a Guy Gardner. Unos policías del universo más divertidos que la mayoría; personalmente, leer los comics me recordaba mucho a Mass Effect, un universo en el que hubiera dirigido en su día. Sin embargo, el Universo DC me permite hace lo mismo con el cuerpo de los Green Lantern de una forma más rica y divertida.

Se pueden extraer ideas de absolutamente todas las fuentes de la Ciencia Ficción; desde la Ciencia Ficción detectivesca de Asimov en las figuras de Elijah Baley y R. Daniel Olivaw, hasta las grandes batallas de Star Wars. Una cantera excepcional. La situación de los personajes como Lanterns les concede además toda la movilidad, recursos y poder que necesiten para acometer tamañas empresas, poniéndoles en la posición de un Luke Skywalker o un Hércules Poirot, que todo entuerto desfagan o misterio resuelvan. Ello es posible porque una campaña Green Lantern tiene resuelto uno de los eternos dilemas situacionales en los juegos de rol: el patrón de los personajes. Ya no necesitan conocerse en una tasca, que el master trate de sacarse otro contratante con una historia aún mas estravagante que la del anterior y que aún sea plausible, y no tendrán escasez de recursos, porque el inmenso poder de los anillos suben el listón a la categoría de una historia de losa superpoderosos superhéroes, y demuestran que los Guardianes de Oa son sin duda una de las más importantes presencias en el universo.

¿Parece poco? Pues aún hay más. El último lustro ha dado lugar, como estrategia editorial de DC, a una conmoción tras otra en su Universo. Entre ellas, la aparición de algo en el fondo lógico, otros cuerpos de otros “colores”, que basan absorben su poder de fuentes diferentes a los Green Lantern. Si estos extraen su fuerza de la Voluntad de todos los seres del universo (y eso es mucha energía), los otros Cuerpos del “espectro emocional” se basan en en otras emociones, por ejemplo los Linternas Rojos en la Ira, los amarillos Cuerpo de Sinestro en el miedo, y los Star Sapphires en el Amor. A esta diversidad, que concede más juego y emoción a la saga galáctica de DC, se añade el cuerpo de los guardianes del color negro, la Noche Más Oscura, la enregía negativa... una fuente de apasionante misterio, unos antagonistas definitivos para los Green Lantern. Todas estas nuevas adquisiciones corren a cargo de Geoff Johns, que con su asombrosa creatividad ha sido uno de los motores de la revolución en estos últimos años.

Aún hay más, puesto que este año es el “año Green Lantern”, en palabras de Johns. Tenemos una película para el verano, y como no, otro suceso conmocionador en los quioscos, nada más y nada menos que la “guerra de los Green Lanter”.

El momento más emocionante para jugar un campaña del Cuerpo. Una campaña como ninguna otra.

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