viernes, 8 de octubre de 2010

Knights of the Chalice



Hace tiempo me di de bruces con este pequeño gran juego (nunca ha sido esta expresión más justamente usada), y aún veo difícil que pueda llegar a cansarme, aunque consista en una historia autoconcluyente. Y es que el juego tiene un diseño perfecto que le confiere una gran rejugabilidad.

Básicamente; es un OGL D20 en videojuego. Es decir, un juego que usa las reglas de D20. Pero atención: más allá del Temple of Elemental Evil, Knights of the Chalice es la implemetación más fiel y completa de D20 jamás realizada. Y sorprendentemente (o quizás no), resulta ser un gran juego.

Me explico. Como ya sabéis/suponéis, no le tengo muchas simpatías al D20. Cuando fue publicado en el 2000, lo encontré lleno de buenas ideas sobre como mejorar los problemas del AD&D 2nd, aunque lo encontraba demasiado denso. Y como era de esperar (por alguien más cínico que mi yo de entonces, como por ejemplo mi yo de ahora), se impuso lo segundo, y el juego resultó un pestiño. Se que por ahí hay Masters-calculadora que pueden sobrellevar juegos tan cansinos, pero en mi caso prefiero usar todo el cerebro para crear, crear, crear, durante una partida. El D20 resultó para mi una frustración tras otra, y finalmente una gran decepción. Nunca me aclaré con ello. Y si, se le puede simplificar y sacar de ello juegos realmente jugables y bellos, como los de Green Ronin o el Microlite20. Pero el D20 per se es bastante gris y tristón, entre otras cosas porque fué diseñado con la imposición de una compañía facturadora de juegos de cartas coleccionables, que permea la fagocitaria y esclavista filosofía de los mismos a todo lo que crea.

El caso es que, tras jugar unas cuantas horas al Knights of the Chalice, de repente se obró el milagro: comencé a mover los personajes y usar sus recursos correctamente. Por fin empecé a "pensar en D20". Lo que no había ocurrido en años de sufrimiento en mesa, tuvo lugar en una catarsis de solamente horas frente al ordenador. ¿Y como puede tal milagro ser posible? Muy fácil.

Mi gran amigo Iván tenía razón con una vieja teoría suya.

El D20 es un pésimo juego de rol, porque en realidad es un excelente videojuego.

Solo tenéis que probar el Knights of the Chalice, y lo entenderéis. Todo tendrá por fin sentido, tras años de evitable sufrimiento.

No, mejor ni mencionamos aquí la cuarta edición...