viernes, 14 de enero de 2011

Otra campaña definitiva

Recordaréis que uno de mis proyectos de campaña es el DC Adventures, porque por un lado hace tiempo que quiero dirigir una de superhéroes, y por otro el DC Adventures es el Mutants & Masterminds de Green Ronin en su tercera edición. Ahora bien, mi planteamiento es, por un lado, una campaña de un supergrupo formado por los personajes, algo así como una "subsección de La liga de la Justicia" o similar, y por otro, una campaña paralela, cuya presentación podeis ver en el siguiente video.



Más información sobre el planteamiento, en breves.

Ocupado

Estos días estoy bastante ocupado con diferentes asuntos, la mayoría referentes a la vida normal. Al final, siempre repercute en lo mismo, y el tiempo que lleva dedicarse al blog tiene que ser destinado a otros menesteres. Pero aun así, también puedo achacar el retraso a que ya estoy preparando varias entradas incendiarias más, con las que seguir haciendo pensar un poco al personal, y esas cuestan bastante esfuerzo y llevan lo suyo.

También contaré alguna noticia más, de forma más ligera. Permaneced a la escucha...

domingo, 2 de enero de 2011

Los.mejores.vídeos.del.mundo

Internet me parece cada vez más una perdida de tiempo, y creo que el intentar pasar cada vez menos tiempo en ella, dedicando ese tiempo exclusivamente a labores creativas, renegando espartánamente de cualquier información que no nos aporte nada -y la internet es especialista en meternos información que no nos aporta nada hasta por el culo-, es una tarea que todos debemos observar, si no queremos acabar siendo unos hikikomoris ignorantes perdidos.

Valga esta plomiza introducción de las mías para expresar la aversión que me produce youtube, un servicio cuya utilidad se ve tristemente superada por su inutilidad manifiesta, pues cada vez que realmente necesitas ver un video, los perniciosos comportamientos que nuestros cerebros desarrollan con internet nos llevan a seguir viendo una cadena de vídeos cada vez más ridículos e inútiles, sin darnos cuenta del paso del tiempo. Por ello no es usual que yo vea videos en youtube (o en ningún otro sitio), y menos que los comente.

Pero recientemente he descubierto varios que se han convertido en mis favoritos. Si, son videos muy frikis, y valen de sobra para rellenar una entrada del blog -lo bajo que he caído, ya soy un junkie blogger...

El primer puesto, sin duda el vídeo más divertido que he visto en mi vida, se lo ha ganado a pulso Velasco, autor del blog "Tranquilos... seguro que son minions". Ni los Monty Pythons, ni nada. Velasco es un chaval con mucho humor, muchísimo, que además utiliza con una agudeza extraordinaria. Suele usarla para reparitr en todas direcciones, lo cual es su prerrogativa, pero creo que canalizándola un poco le llevaría lejos. El vídeo forma parte lo que ha dado en llamar Minion Tv, un concepto de una genialidad propia de Joaquín Reyes, en el que cortes antíguos en inglés son "apropiadamente" subtitulados con el fino humor de Velasco. De estos, "Va un paladín de gira por Utrera..." no es solo el más logrado: es sublime, casi perfecto. Cierto que hay que ser rolero para entenderlo, pero si el humor funciona a través de complicidades, ¿que problema hay para que sea este el mejor vídeo humorístico del mundo mundial?



Hacia el final va perdiendo gracia, pero pocas veces me he dado con un corte que te deje hambriento por seguir viendo el resto como este, que además sabemos que no continúa. Sería una pasada que Velasco continuara con otros cortes la gira de su Paladín... solo con la risa que provoca este, podría ser algo definitivo.

En otro orden de cosas, vale, confienso haber estado tonteando con el youtube, buscando vídeos de uno de mis videojuegos favoritos de antaño, Eye of the Beholder. Este que os comento me descubrió una curiosa práctica, una más de las curiosas prácticas de esta era digital que para bien y para mal adolece de tiempo libre: los "speed runs". Un speed run, en jerga de videojuegos, es el acabar uno de estos en tiempo record. Como el Baldur's Gate en veintiún minutos y treinta y un segundos; no es coña, lo podéis comprobar en Speed Demos Archive. El speed run de Eye of the Beholder, un juego que en el año 91 debió llevarme... pues hasta el 92, por lo menos, se lo acaba el tio del vídeo en diez minutos. Si conoceis el juego, vais a quedar gratamente impresionados por esto.



Alucinante, ¿verdad? Eye of the Beholder sigue una historia, pero las posibilidades del juego son muy poco lineales, es más bien, un "sandbox". Pensándolo bien, un juego totalmente lineal no permitiría un speed run rápido, al contrario que un sandbox. De ahí, podemos utilizar la duracción mínima (esto es puro cálculo diferencial) para diferenciar entre videojuegos que pueden reproducir mejor la experiencia de un juego de rol. Pero bueno, esto es aún una idea que hay que pulir bastante...

Imagino que tardaré bastante en realizar otra entrada como esta, porque hasta que me vuelva a cruzar con vídeos así de buenos...

Ciencia mal comprendida

Iba a escribir esto como comentario en el blog de Velasco, pero me he decantado por una entrada en el mío, por dos razones. Primero, es una exposición larga, redactar todo esto es todo un trabajo (mi trabajo), y prefiero aprovecharlo en este blog, articulado como parte de mi discurso. Segundo, voy a ser polémico, y no me gusta ser muy taxativo en los blogs de los demás, porque pueden parecer ataques personales donde, desde luego, no los hay.

Algunas de las ideas que tocaré a continuación serán tratadas más elaboradamente en el futuro, y por tanto me repetiré, me temo hasta la saciedad, ahora y entonces.

Para empezar quiero reiterar algo que ya he expuesto anteriormente, y es, que para mi el rol no es un hobby normal, sino uno que atrae y genera librepensadores, ya que exige un esfuerzo intelectual, implica la toma de elecciones fomentando la capacidad crítica, capacidad de elección y resolución de sus jugadores, y todas sus recompensas son intelectuales.

Ahora veamos la aparente evolución de los juegos de rol adaptándose a los deseos de la gente.

Si analizamos el estado actual de la industria del entretenimiento (solo tener una industria relacionada con el arte, ya mete miedo), podemos ver que dicho entrenimiento es únicamente de consumo rápido (sin pensar) y superfcial (vacío). Basta un simple vistazo al patético panorama cinematográfico para hacerse una idea. Por supuesto, una industria responde a las demandas de un mercado... y de paso utiliza lo que se denomina “marketing” para generar necesidades nuevas, realmente “innecesarias” en los consumidores con tal de seguir vendiendo y vendiendo. Pero vamos a suponer que lo primero es cierto, y que una industria solo trata de suplir demandas.

¿Cómo es el ser humano medio? Vago. Más vago que los ojos de Espinete. Los consumidores prefieren no pensar, porque eso cuesta trabajo, e igual se hacen daño o peor, se traumatizan, mira tu. La industria del entretenimiento sabe que la desidia es el camino fácil, y la explota sin contemplaciones. La industria de la alimentación está haciendo lo mismo con la elección que la gente hace de su nutrición (rápida y superficial, claro está), y el resultado es un (primer) mundo obeso y enfermo. Huelga decir que, por analogía, igual de obesas y enfermas están las mentes, pero lo más inquietante es que no podemos verlo. Pero la situación generada es esgrimida por el relativismo cultural -una teoría absurda por estar basada en una falacia, el que “todo es relativo”, producto de una desafortunadamente incorrecta interpretación de la Teoría de Einstein-, la teoría del “todo vale”, para afirmar que si la mayoría lo hace, es que es correcto. Falacia esta última, aún mayor -Hitler llegó al poder por votación de la mayoría, sabéis, y solo hay que considerar la labor de Goebbels moldeando la opinión de dicha mayoría para entender lo realmente aterrorizador de todo este asunto...

En la industria de los videojuegos el proceso de adecuación al mercado los ha llevado a ser cada vez más fáciles, para que cualquier oligrofrénico pueda jugarlos sin “frustrarse”. Errar es parte del aprendizaje, pero el consumidor medio no quiere errar, porque igual lo pasa mal, y, bueno, porque hoy día no se quiere aprender y la gente prefiere vivir en la ilusión de que la vida es así de fácil (y consumista). Ya casi vivimos en los tiempos de Farenheit 451; hasta se pretende acabar con los libros de papel.

Así, los primeros Massive Multpiplayer Online RPGs presentaban un reto en su dificultad que hacía el juego más gratificante. Sin embargo, un público cada vez más vago y conformista no quería retos, sino cosas fáciles, y darle a botoncitos según estímulos simples, como las ratitas de laboratorio. La industria respondió con videojuegos cada vez más sencillos, y sin complicaciones, fomentando una sensación de falsa seguridad sobre la vida. Solo hay que comparar el Ultima Online con el World of Warcraft; eso, quien tenga la capacidad de analisis necesaria para ver más allá de los gráficos, lo superficial.

Inciso: algunos lectores pensarán que es una exageración decir que el entretenimiento vacío nos influye. Pero es así: cualquier obra de arte, deja un poso en nosotros, por mínimo que sea. Y lo realmente peligroso es pensar que no lo es, porque es entonces cuando podemos acabar manipulados sin saberlo... el esbirro perfecto...

Y si la industria del rol forma parte de la industria del entretenimiento (y parte del problema es que es una industria), responderá a los mismos estímulos. Los sistemas de juego más modernos se han ido diseñando pues, en respuesta a los deseos de la gente, reiterando, la búsqueda de entretenimiento fácil, rápido, y superficial. Tanto, que ahora los videojuegos no solo han mermado el mercado de jugadores de rol (probablemente solo se han llevado los que realmente no estaban interesados, como en su día hizo el Magic), sino que además lo están invadiendo y reemplazando, como los ultracuerpos. No niego que D&D 4E sea divertido o esté bien diseñado. Pero es un sistema de miniaturas, de cartas, y emulando un videojuego (en concreto, World of Warcraft); todo ello reglas que acotan, capa tras capa, las infinitas posibilidades de un juego de rol. Y si un juego de rol destaca poderosamente por sus infinitas posibilidades en comparación a los videojuegos que son necesariamente muy limitados, ¿qué es un sistema que cada vez más lo limita todo?

Eso si, ahora toda la responsabilidad de crear el misterio y la emoción que recaía sobre el Master se ha mermado, mermando el poder de este para darselo a los jugadores, sin un propósito definido. Excepto, para hacérselo más fácil, rápido y sin pensar, para ganar siempre en un juego que se supone no tiene ganadores, para que sus personajes no puedan morir por comportarse estúpidamente como en la vida real, para exaltar el individualismo (básico en una egoista sociedad de consumo), para perpetuar esa sensación de falsa seguridad, para tocar un botón y regenerar salud. De un hobby extraordinario que creaba librepensadores (o los atraía), hemos pasado a uno que conforta a conformistas; lo cual no tiene que ver con ninguna “teoría de juegos”.

El resultado es el de unos juegos cada vez más conductistas, menos envueltos en el proceso creativo, y más en el de ir al supermercado. Todo se reduce a “comprar” entre multiples opciones para “vestir” a tu personaje; más tarde, durante el juego, cuando alguien realiza una acción, rápidamente consulta su hoja de personaje, para comprobar si puede realizarla. A ver si la hoja da su permiso. A acogerse a la seguridad que da la misma. En vez de describir lo que va a hacer el personaje, de forma tan contundente que hacer una tirada sea algo ridículo... Pero claro, así no hay que pensar, solo mirar la hoja y tirar el dado, que es más fácil, más rápido... y superficial.

Como quiere el sistema (social, no de juego): gente que mire las instrucciones para vivir sin pararse a pensar, haga lo que se les dice en el papel, y encima se queden agradecidos.

Librepensadores.

Ja.

Al igual que el relativismo social parte de una incorrecta interpretación de la Teoría de la Relatividad de Einstein, el evolucionismo “general” que a todo se aplica, parte de otra incorrecta interpretación de la Teoría de la Evolución de las Especies, de Darwin. La evolución en la naturaleza se produce cuando hay una adaptación al medio, y este varía siguiendo las leyes de la física, sin ninguna dirección concreta marcada por un plan predeterminado. A no ser que creas en el diseño inteligente por que seas un mamón, perdón, mormón, o similar. Por tanto, la idea de progreso -que es otra falacia como un petrolero de grande, pero por ahora la vamos a aceptar por buena-, que sí que implica una dirección planificada, no tiene absolutamente nada que ver con la Teoría de la Evolución. Esa identificación era propia del naturalismo decimonónico que tenía por verdad absoluta el determinismo laplaciano, todo lo cual se fué a freir espárragos con la llegada de la Teoría de le Relatividad, y aún peor con la Mecánica Cuántica, y descubrirmos que el mundo es un caos maravilloso. La perpetuación de la identificación entre Evolución y Progreso responde a ideas deterministas no válidas para la ciencia, pero que social y políticamente se utilizan de forma positivista, para explicar el universo desde el punto de vista de los poderosos, que son los más interesados en que todo tenga un orden inmutable. Ni que decir tiene que el capitalismo en que estamos embebidos cultiva esa falacia como un Rasta su María. Por otro lado, durante nuestra vida seguro que todos hemos comprobado alguna vez en nuestras carnes que los cambios, a veces son para peor, y por tanto, cambio, tampoco se identifica con progreso.

Vamos, que los cambios acaecidos en los juegos de rol desde su invención, ni son siempre para mejor, ni implican un progreso. Y si encima responden a estímulos consumistas, apaga y vamonos.

Por supuesto, los jugadores con más solera pueden afirmar, con razón, que jugar a rol, se puede con cualquier juego -de hecho, no saben bien la razón que tienen: como una vez postuló el genial John Wick, con todo se puede jugar a rol, hasta con el ajedrez. Pero ellos juegan con la ventaja de haber empezado en una situación diferente, anterior, con juegos “de los de antes”, con los referentes de antaño. Claro que tienen más claras las posibilidades del rol, y las usan. Pero si cogemos a un tierno infante que no haya probado el rol en su vida, pero sí el World of Warcraft, y lo ponemos a jugar a D&D 4E con otros tiernos infantes con la misma enferm... condición, ¿de verdad jugarán a rol? ¿Con qué referentes?

Como el sistema de juego influye en la forma de jugar (tema sobre el que escribiré más a fondo en breves entradas), se produce un proceso de retroalimentación: el jugador demanda un nuevo diseño, más superficial y pobre, y este influye en la forma de jugar del jugador que en consecuencia será más superficial y pobre. Si el proceso recorre numerosas iteraciones, podemos llegar a un paradigma de juego que ni siquiera sea rol, pero que se llamará rol -de hecho, ha ocurrido con los así llamados “videojuegos de rol”. Lo cual estará en consonancia con la cultura actual del mundo occidental (el que manda, vamos), donde se dice una cosa y se hace otra, la cultura del doblepensar y la hipocresía.

Por supuesto, yo creo en un mundo caótico y en un mundo tal es difícil domar al animal del rol; la industria se esta yendo a la porra, Wizards of the Coast acabará vendiendo el D&D, y mientras tanto florece la creatividad a pequeña escala, entre los fans. El aciago escenario que he descrito varias líneas más arriba está aún lejos de llegar, aunque asome su fea cabeza, en la producción de más rabiosa actualidad de la industria (y solo de la industria) del rol.

Aún estamos a tiempo de pararlo. ¿Que hacemos?